Cándida
octubre 9, 2023

Cándida

¿Cómo es la Cándida?

Estimados compañeros humanos, sin los cuales, mi vida no sería posible, me presento, soy LA CÁNDIDA:

Soy una levadura, un hongo unicelular, que en condiciones normales de salud formo parte de vuestra microbiota gastrointestinal, genitourinaria y de la piel. Es decir, he estado con vosotros y seguiré estándolo toda vuestra vida. En total, junto a mis primos segundos y terceros, somos cerca de 150 especies conocidas. Donde la más común es la Cándida Albicans, la causante del 50% de las infecciones diagnosticadas por hongos.

Mi función en un organismo sano es muy importante, ya que me encargo de reconocer y destruir bacterias dañinas. Soy uno de los soldados que por vosotros darían la vida. Pero tengo un secreto muy tóxico, soy muy celosa, os quiero sólo para mí. Si entráis en contacto con otros microogranismos que os produzcan inmunodepresión, bacterias que quieran disputarse mi liderazgo, situaciones de ansiedad o estrés mantenido en el tiempo, o/y una alimentación inadecuada rica en azúcares refinados y pobre en vitamina C, Zinc y Omegas; soy capaz de multiplicarme y producir verdaderos estragos en vuestros organismos.

¿Problemas que genera la Cándida?

  • Soy la responsable de intensificar la sintomatología de las alergias estacionales.
  • La que os hace sentiros eternamente cansados y sin energía.
  • También juego con vuestro humor, aumentando irritabilidad, ansiedad, e incluso depresión.
  • Y sí, vuestra neblina mental y dificultad de concentración también es cosa mía.
  • Me adjudico vuestros gases, inflamación abdominal, y fluctuaciones entre estreñimiento y diarrea.
  • Juego parte en las infecciones fúngicas de las uñas y de la piel.
  • Si tenéis herencia genética que lo predisponga, puedo propiciar a la aparición de enfermedades autoinmunes; como la tiroiditis, lupus, psoriasis o artirits reumatoide.
  • Sin olvidarnos de las infecciones urinarias, picores e irritaciones vaginales y rectales.
  • ¡Y la especialidad de la casa! Crearos una dependencia sin control, cual droga se tratase, a los dulces y harinas.

Por tanto, dicen de mí que soy un ser oportunista, que se aprovechó de una enfermedad de base para desencadenar una infección. No es bueno hacerme enfadar, por tanto, cuidaros de la visita de otros patógenos que puedan hacerme sombra.

Recomendaciones para la Cándida

  • Evitar el abuso de antibióticos. Y siempre que no haya disbiosis, utilizar probióticos para recuperar el equilibrio de mis vecinos habituales las arqueas, las bacterias y otros hongos existentes en la microflora.
  • Mantener una buena higiene de sueño, favoreciendo un adecuado descanso nocturno que disminuya el estrés. Si este no es suficiente, una visita al psicólogo puede ayudar a trazar pautas para evitar un empeoramiento neuropsicológico.
  • Una alimentación equilibrada baja en carbohidratos simples presentes en el alcohol, los productos preparados y precocinados y la bollería industrial; acorde al sexo, edad, situación fisiológica y otras patologías existentes.
  • Si os encontráis en un entorno proinfeccioso, como la convivencia con menores entre 0 y 6 años, el trabajo en centros médicos o la necesidad de visitas hospitalarias frecuentes, sumar un multivitamínico durante 3 meses.

Situaciones fisiológicas que favorecen mi proliferación:

  • Los mayores de 75 años con un IMC inferior a 18. Debido a la pérdida de masa grasa, con sus consecuentes bajados en Omega 3-6-9, que interfiere directamente en un cambio en sus mucosas, y por tanto de su microbiota. Aunque en casos de extrema baja inmunidad nos podemos expandir a nivel global por todo el organismo, preferimos la cavidad oral.
  • Las mujeres embarazadas. Debido al aumento de estrógenos circulantes que cambian el pH vaginal y el equilibrio habitual entre bacterias y hongos, se produce un desbalance que favorece nuestro crecimiento, sin necesidad de que se sufra estrés, haya un abuso de consumo de dulces, o una infección no tratada. En este caso, solemos ser benévolas con nuestra hospedadora, desapareciendo por si solas según avanza la gestación, o con un tratamiento médico mínimamente invasivo.