EL SOBRECRECIMIENTO BACTERIANO – JARDÍN CON HIERBAS
El sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) se caracteriza por un crecimiento anormal de bacterias en el intestino delgado, y habitualmente está asociado a una gran variedad de problemas de salud y sintomatología digestiva y extradigestiva, como los problemas de piel y las alergias. En un gran porcentaje de las personas que padecen de SIBO, existe también la presencia de intolerancias alimentarias ( Intolerancias alimentarias y disbiosis intestinal: dos caras de la misma moneda), y alteraciones en los estados de ánimo y salud mental.
QUE ES LA MICROBIOTA INTESTINAL – NUESTRO JARDÍN EN EL INTESTINO
Los seres humanos estamos “colonizados” por distintos microorganismos cuya composición, cantidad y actividad varía de manera dinámica según la parte del cuerpo, nuestra genética y factores externos como nuestro estilo de vida, principalmente la alimentación.
La mayor concentración de microorganismos en nuestro cuerpo se encuentra en el colon, la parte final de nuestro intestino. Esta microbiota, denominada microbiota intestinal, cumple múltiples funciones metabólicas-energéticas (digestión y metabolización), inmunomoduladoras y de síntesis, como ser la síntesis de vitamina B12, serotonina y dopamina, también conocidas como las hormonas de la felicidad.
SIBO Y ANSIEDAD
El número de personas padeciendo de ansiedad y otros trastornos mentales, como la depresión, ha estado aumentando de manera alarmante.
Existe mucha evidencia resultante de estudios en el área de la psiconutrición, que relaciona el papel fundamental de nuestra alimentación con el desarrollo de las mismas.
Es decir que nuestra dieta nos puede “enfermar” o “proteger” a través de la modulación y la composición de nuestra microbiota intestinal.
Un estudio preliminar polaco publicado a principios de este año sugiere que las personas que padecen de sobrecrecimiento bacteriano (denominado SIBO por sus siglas en inglés: Small Intestine Bacterial Overgrowth), que es la forma más común y prevalente de desequilibrio/disbiosis en nuestro intestino, está asociado a ansiedad y depresión.
En este artículo profundizaremos sobre la relación entre el SIBO y la ansiedad. Y por ende, en cómo mejorar la salud de nuestro intestino y la composición de sus inquilinos (la microbiota intestinal), es una vía para tratar y mejorar nuestra salud mental.
SÍNTOMAS DEL SOBRECRECIMIENTO BACTERIANO
Los síntomas más habituales del sobrecrecimiento bacteriano son síntomas digestivos como:
- Inflamación o hinchazón abdominal, principalmente luego de las comidas.
- Dolor abdominal, principalmente luego de las comidas.
- Diarrea o estreñimiento.
- Ruidos intestinales (borborigmos) .
Además, un desequilibrio de la microbiota en el intestino, dadas sus múltiples funciones, afecta también a la regulación metabólica, endocrina, inflamatoria e inmunológica del cuerpo, estando muchas veces asociada a síntomas dermatológicos, síntomas respiratorios, patología oral, enfermedades autoinmunes, como la celiaquía, cuadros neurológicos recurrentes o crónicos y/o ITUs y/o candidiasis genital recurrente.
Finalmente, como hemos estado comentando, hay una mayor prevalencia de problemas psicológicos como la ansiedad.
DIAGNÍSTICO DEL SOBRECIMIENTO BACTERIANO
El diagnóstico del SIBO se hace principalmente mediante un test de aire espirado con lactulosa como sustrato para el diagnóstico de sobrecrecimiento bacteriano.
Este test de sobrecrecimiento bacteriano solo determina 3 gases, H2, Co2 y CH4, por ende, solo se pueden diagnosticar:
– SIBO de Hidrogeno
– SIBO de Hidrógeno y metano
– SIBO de Metano o también denominado sobrecrecimiento de arqueas metanógenas (IMO – por sus siglas en inglés Intestinal Methanogen Ovegrowth).
Es importante mencionar que, en la práctica clínica, estos resultados son analizados en conjunto con la clínica del paciente.
De hecho, si hay un SIBO de metano, sobrecrecimiento de arqueas metalogénicas, muy probablemente hay un SIBO de hidrógeno, aunque no se observe en la prueba, pues las arqueas se alimentan de hidrogeno, producido por enterobacterias.
Adicionalmente, hay SIBO de bacterias productoras de sulfuro de hidrógeno, no obstante, este gas no se mide todavía en España.
La clínica del paciente, como gases malolientes y reflujo gastroesofágico, puede sugerir la presencia de un SIBO de sulfuro de hidrógeno.
En estos casos, un test de la microbiota intestinal, como el Xenogene, puede verificar esta sospecha clínica.
El uso de test de microbiota intestinal, como el Xenogene o test de microbiología, se utilizan en la práctica clínica para obtener una “foto” más actualizada de situación del intestino del paciente.
XENOGENE
Es un estudio metagenómico que secuencia todo el genoma, material genético, de los microorganismos presentes en una muestra fecal.
Los resultados del Xenogene permiten conocer a detalle la composición de la microbiota intestinal del paciente. Debido a que las distintas bacterias tienen distintos efectos sobre la salud, conocer el exceso o ausencia de ciertas bacterias, permite individualizar el tratamiento del paciente .
Test de disbiosis intestinal/Inmunomet del Instituto de Microbiología
Por otro lado, los test de microbiota intestinal del Instituto de Microecologia permiten también conocer mediante otras técnicas de análisis, el Número total de microorganismos (valorar SIBO), la cantidad de microbiota portadora de LPS (bacterias Gram negativas cuto aumento se asocia con una alteración del epitelio intestinal), la presencia o no de parásitos ( por PCR), la presencia de hongos o levaduras e incluso medir la Zonulina, un parámetro cuyo aumento es sugestivo de permeabilidad intestinal, es decir, que la abrrera del intestino no cumple adecuadamente su función.
TRATAMIENTO DEL SOBRECIMIENTO BACTERIANO
El tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano será personalizado en cada paciente y acorde a sus circunstancias personales y sintomatología.
Esta intervención médica, dependiendo de cada caso, podrá constar de antibióticos, herbáceos, suplementos, probióticos, prebióticos, pautas dietéticas y cambios en el estilo de vida.
CONEXIÓN ENTRE EL SIBO Y LA ANSIEDAD
Los pacientes que padecen de SIBO presentan mayores niveles de ansiedad situacional en comparación con aquellas personas que no padecen de SIBO. Los mecanismos exactos por los cuales existe esta asociación están siendo estudiados, pues se trata de mecanismos complejos y bidireccionales entre el intestino y el cerebro, también denominado el Eje Intestino-Cerebro.
INTESTINO-CEREBRO
El eje intestino-cerebro sirve como una red de comunicación que conecta el intestino y el cerebro de manera bidireccional. Este sistema opera a través de vías neuronales, hormonales e inmunitarias, influenciando el estado de ánimo, el comportamiento y las funciones cognitivas.
El SIBO puede perturbar la producción y la señalización de los neurotransmisores, contribuyendo a desequilibrios en la regulación del estado de ánimo.
Además, la inflamación inducida por el SIBO puede activar el sistema de respuesta al estrés del cuerpo y desencadenar una respuesta inmunitaria, afectando la función psicológica y contribuyendo al desarrollo de síntomas de ansiedad.
En resumen, la disbiosis presente en el SIBO puede perturbar la regulación de neurotransmisores, hormonas, provocar inflamación y desencadenar respuestas inmunitarias que afectan nuestra función psicológica y contribuyen al desarrollo de síntomas de ansiedad.
CÓMO PODEMOS AYUDARTE
Reconocer y comprender esta conexión permite implementar enfoques de tratamiento personalizados que incluyen antibióticos, herbáceos, probióticos, modificaciones en la dieta, cambios en el estilo de vida y manejo del estrés.
En Inmunomet ofrecemos un tratamiento multidisciplinar de la disbiosis intestinal, como el sobrecrecimiento bacteriano.
Nuestro equipo consta de médicos, nutricionistas y psicólogos especialistas en disbiosis intestinal, la sintomatología asociada y las distintas vías de tratamiento personalizado.
Al tratarse de un abordaje completo y personalizado, no se tratan enfermedades, sino pacientes que padecen una situación única y que tienen una microbiota única, por lo cual, el tratamiento será personalizado en cada caso.
En todos los pacientes se realizará un estudio exhaustivo de parámetros sanguíneos, en heces y orina.
En algunos de ellos, se realizará un estudio completo de la microbiota intestinal para poder individualizar todavía más el tratamiento.
Además, también se evaluará la presencia o no de intolerancia, cuya presencia es muy probable ante una situación de disbiosis intestinal.
De esta manera, no solo se tratara el sobrecrecimiento aisladamente, sino que todo aquello que esté afectando la salud del paciente y contribuyendo a que su estado de ánimo deteriore.